7 reglas para crear un buen nombre
En su capítulo sobre marketing simplificado, Trout y Peralba, tratan uno de los aspectos más capitales de la comunicación, el nombre. Elegir un buen nombre no es cosa de juego, demasiadas veces ponemos nombres al azar, poque suena bonito o queda cool. Sin embargo, estamos haciéndole un flaco favor a nuestra marca, el nombre es parte de la comunicación y como tal parte debe resultar coherente con todos los mensajes que emitimos.
Pero es más, el nombre ideal, reúne en su corto espacio, todas las comunicaciones de la marca. ¿Cómo lograr un nombre que responda a nuestros objetivos?
Estas son las reglas que proponen en Trout & Partners:
1. Enfoque, “el nombre debe iniciar el proceso de comunicación”
Como cuando se elige el nombre para un recién nacido, lo primero que hay que tener en cuenta es que ese nombre será su primera carta de presentación. Lo que el nombre comunique será, por lo tanto, fundamental para que los consumidores se formen una primera percepción de tu marca, producto o servicio.
Para entrar en la mente de tus clientes no basta con que tengas un nombre eufónico, bonito. Pero esto e sumamente importante, el sonido que el cliente se representará en tu mente al leer o escuchar ese nombre constituirá la primera impresión que se grabará en los consumidores ( y, también, claro está, en tus posibles inversores).
2. Amplitud, “debe incluir el concepto o la idea que se quiere transmitir”
Esto no quiere decir que tu nombre deba incluir una argumentación, sino que debe sugerirla, contenerla, llevarla consigo. Por ejemplo, si tu rasgo diferenciador es el servicio al cliente y la seriedad, tu nombre deberá atender, principalmente, a estas dos características, es decir, debe dar idea de relación personal pero sin perder el respeto y ofrecer una sensación de compromiso.
3. Concentración, “no debe incluir todo aquello que no se quiere transmitir”
No sugieras con tu nombre aquello que quieres que los consumidores descarten en su percepción de tu marca. Hay que ser muy cuidadoso en este sentido porque las percepciones de los clientes son más difíciles de cambiar que de establecer. Todo lo que tu nombre diga debe responder a las características que quieres resaltar.
4. Competitividad, “el nombre tiene que atacar a la competencia. reposicionarla es posible”
Si has hecho bien tu trabajo, a estas alturas ya tienes muy claro qué te distingue de la competencia, y esos serán los puntos más débiles de tus competidores. Ahí es donde tu nombre tiene que atacar.
Normalmente, si tu nombre logra distinguir las fortalezas relativas de tu producto, ya está atacando la percepción que los clientes tengan de tu competencia, sin embargo, reforzar la idea nunca está demás. Busca la manera de intensificar las ventajas de tu oferta frente a las debilidades del resto y posiciónate con ventaja en la mente de los consumidores.
5. Ascenso en su categoría, “debe ayudar a posicionarla entre los productos de su especie”
Para subir escalones en la percepción que los consumidores tienen de tu producto, conviene que la acerques a los mayores referentes de tu sector. Cuanto más cerca esté tu producto o servicio de los líderes de su especie, más cerca estará tu empresa de desbancarlos y más oportunidades de venta tendrás, porque habrás alcanzado un lugar preferente en las decisiones de compra de los consumidores.
Tu nombre debe sugerir también que tu oferta está en el mismo rango que la de los líderes del ramo.
6. Previsión de futuro, “el nombre debe ser actual y abierto”
Tu nombre debe dirigirse a las tendencias que siguen hoy los consumidores, claro está. Pero conviene no perder de vista que las tendencias varían tan aceleradamente como el mercado. Cuando elijas tu nombre, piensa también en que deberá funcionar en el futuro, procura que el nombre de tu marca, producto o servicio siga las tendencias pero no tan de cerca que no pueda adaptarse a las nuevas tendencias que vayan surgiendo.
7. Globalidad, “que sea un nombre que se puede utilizar en otros idiomas”
En el mercado global, las oportunidades de negocio se mueven geográficamente, por eso conviene que estés atento a cómo implantarás tu oferta en contextos con otros idiomas y valores culturales. Busca un nombre lo suficientemente amplio para que funcione en contextos culturales diversos y, también, en entornos lingüísticos alejados. Así tendrás el primer paso para la internalización dado desde un primer momento.
En definitiva, “el truco es descubrir cómo expresar la diferencia,” una vez que hayas logrado esto focalizarte en los 7 aspectos que puntualizan en Trout & Partners te resultará mucho más fácil.
La otra clave de la comunicación es que “cualquiera que sea el atributo que se adopte, debe transmitirse como un beneficio para el cliente,” para eso, el nombre de tu marca, producto o servicio debe cumplir con las expectativas de los consumidores y tu comunicación debe estar mimada al máximo. Recuerda que lo que no se comunica (y si se comunica mal, no hay comunicación), no existe.
Y tú ¿cómo solucionas el problema de poner un nombre? ¿Recurres a expertos? ¿Poner nombres es fácil para ti o muy complicado? Cuéntanos tu experiencia, así lograremos tener los mejores nombres en el mercado, es el primer paso para empezar a vender.
Javier
18 septiembre, 2017 a 10:54
Muchas gracias por estas grandes recomendaciones. Elegir un buen nombre siempre es algo importante para nuestra empresa.
Nacho
22 septiembre, 2015 a 11:14
Gran artículo. Crear un buen nombre es indispensable. Un saludo. Nacho.
Franco Baldissare
2 septiembre, 2014 a 4:35
Yo agregaría dos aspectos: 1) el valor de la recordación, buscando nombres sencillos, simples; 2) volvernos “abogados del diablo” de nuestro nombre y buscarle lo peor, ser los primeros en criticarlo y buscar críticas; una vez superado esto, podemos seguir. Saludos!
jaume baldiri alavedra i regàs
31 agosto, 2014 a 14:27
El recorrido es ciertamente interesante y merecedor de un buen comienzo para pensar detenidamente en tales siete propuestas a fin de “crear nombre” venturoso. Es de suponer que se reduce a las esferas comerciales, de marqueting o adyacentes simplificadas. ‘Poner nombre’ es un hecho ontológico que no se puede equiparar a casi ninguna otra acción humana. Digamos que se da en el sentido de adjudicar una identidad duradera a una firma o a un individuo. En fin, resulta básico y muy bien situado el primer punto en relación a la comunicación de esa interioridad o identidad de adscripción y asignación nominal. El resto de las posteriores indicaciones, como son la amplitud, la concentración o la competitividad, conforman el cuadro técnico imprescindible para ese mundo social y administrativo donde grupos e individuos realizan necesidades cuando crean y se cambian bienes y servicios. El problema reside en crear necesidades superfluas bajo una atenta mirada deshonesta sobre un pensamiento extendido que cree que ‘crear’ una necesidad permite obtener un cliente fiel. Se muestra si se desboca la ambición de la quinta regla en previsión de futuro en una globalidad de propaganda bélica inmisericorde de administraciones como la del ex-presidente Bush. Felicidades por la proposición de 7 “reglas” en algo tan profundo como es el mismo concepto de ‘reglas’ o el de ‘asignar nombre’.
stevemac
29 agosto, 2014 a 23:20
vision , mision , no veo esto desde que visite jurasik park,, estamos en planete nuevo y habitado, donde se experimenta la mayor revolucion que ha existido en comunicacion de tribus la mas grande de la historia,, los mecados , los target , el marketing ha cambiado para un rato la ecomia la humanidad, las reglas cambian e incluso en este mismo instante hasta el cambio esta cambiando, la cracion de una marca debe ser simple sin tanta burocracia e intelectualidad poruqe los nuevos habitantes pertecen a la tribu de lo inmediato y simultaneo , todo es tiempo real pero todo no ha renunciado a que le cuentes una historia donde el rasgo emocional es la clave, y generar una projeccion de esa marca que tenga las asocianes que estamos buscando en la tribu a que nos dirigimos.
contrui tu marca con una verdadera historia que envuelva e involucre
utiliza inbound content marketing hoy , mañana ya habra cambiado
simplicity rocks louder
Osvaldo F. Sfregola
29 agosto, 2014 a 20:17
Se trata de generalizaciones y es de utilidad tener presente estas recomendaciones. Cada acto está vinculado a la venta de la empresa. A la venta a nuestros clientes, a nuestros empleados, a nuestros proveedores, a los que nos apoyan financieramente, a los que compran nuestras emisiones de acciones. Por eso, para cada movimiento, debemos trasmitir nuestra misión y nuestra visión.